Fuera de foco: una mirada que acierta, desde lo individual, hacia lo universal

Como en un laberinto de espejos, Pablo Verra nos propone recorrer a lo largo de sus 27 cuentos y 5 microtextos separadores, una verdadera galería de la condición humana. En ella, a través de vivencias que remiten a distintas ciudades del mundo, instancias de la vida adulta e infancia, se refleja un vasto arco con elementos presumiblemente autobiográficos que coinciden con cierto nomadismo desarrollado por el autor a lo largo de su vida y su carrera profesional.

Todo esto ocurre a bordo de una prosa prolija, pero esquiva a toda solemnidad, sumando un elemento clave que arbitrará la narración con frecuencia: el humor. Sutil. Medido. Justo. Otras texturas literarias de Verra orillan en la melancolía e incluso en la distopía.

En el deslumbrante trayecto que nos propone Fuera de foco no faltan las sombras y otro elemento clave, que a su modo hilvana la totalidad de los relatos: la música. Una banda sonora implícita –por lo que podría permearse en nuestra subjetiva lectura– y explícita: en las canciones que se mencionan a lo largo de los relatos y en la playlist ad hoc que acompaña al libro. Resonancias tenues, intensas, aguerridas, desbordantes correlatan climas y sensaciones en la voz interior con que leemos. Desde U2 hasta Los Chalchaleros, pasando por Aerosmith, Fito Páez, Michael Jackson, Avicii, Calamaro, Bee Gees, Thalía, Mick Jagger y hasta Carlos Gardel entre otros artistas, se suceden cual torrente emocional a la par de las respectivas historias cuya universalidad –geográfica y sensorial– afina y armoniza con la propuesta literaria.

La conjugación genérica, novedosa e infrecuente completa una articulación de formatos riesgosa de la cual Pablo Verra sale airoso al tender un puente inesperado y fresco. En suma, los cuentos, desafíos, temores y avatares propios del hombre común, pero también del artista, nos transportan aquí a una concatenación de encarnaciones: muchas vidas en una y una canción –o más– en cada cual. Otra vez, los espejos, y ya fuera del laberinto, que nos permiten pensarnos como parte inescindible del fenómeno literario, aquel que, al decir de Jorge Luis Borges, se completa, cobra vida, solo cuando «ocurre» el lector. Así, Fuera de foco invita a un viaje literario particularísimo y original.

Ni usted ni yo seremos más jóvenes que en este preciso momento en el que yo escribo esto y usted lo lee.

José A. Jiménez Moreno, inspirado en La fierecilla domada, de William Shakespeare